sábado, 5 de octubre de 2013

Tiempo de luna

Limitándonos solo a nuestra  propia cultura, cabe decir que entre la Antigüedad grecorromana y el mundo judeocristiano pasamos del tiempo cíclico-mítico al tiempo lineal y orientado; y entre la Edad Media y la Edad Moderna, tuvo lugar otra transición desde el tiempo flexible- marcado por los ciclos de la naturaleza, ese "tiempo natural de las mutaciones" al que hacia referencia el poeta vasco Joseba Sarrionandia*
Fue el reloj el que permitió disociar el tiempo de los ciclos naturales y llegar a la noción de tiempo abstracto.
En nuestras vidas individuales se conjugan los ritmos circulares basados en la repetición (día y noche, rutinas de la vida cotidiana, transcurso de las estaciones) con la flecha del tiempo lineal, donde los acontecimientos son únicos e irrepetibles. El tiempo circular de los astros ha de acomodarse, de alguna forma con el tiempo lineal de la historia. Y tanto los cronobiologos como los médicos del trabajo  saben bien que si no acertamos en esta conjugación, si contrariamos en exceso los biorritmos naturales de nuestro organismo, las consecuencias pueden ser muy negativas (Riechmann 2011).
¿A que tiempo nos hemos acomodado? ¿Como vivimos nuestros ritmos? Hoy no es un secreto, lo que se compra, lo que se vende: se mercantiliza el tiempo, cuando vas al supermercado, cuando pagas un boleto de bus, cuando compras comida lista. Este espacio en nosotr@s limita y oprime una libre expresión de esos
bio-ritmos, de esas mutaciones cotidianas, las mutaciones que nos hacen y deshacen; en cada recodo de nuestras practicas pareciera que ha desaparecido ese "ser fundamental", ese móvil que te hace vivir con lo que se necesita, con lo realmente necesario. ¿Queremos vivir sin ser nostr@s mism@s?
Es mi ciclo menstrual/lunar/biológico/reproductivo (como unos de mis ritmos) el que define parte del tiempo, de mi devenir, de mi trasegar. Soy en este tiempo en que florezco, en tiempo  de mi sangrado
(¿sagrado?), en clave de mis biorritmos, tan sutiles y reparadores.
Me renuevo y soy en estas oscilaciones vitales, sin la premura de ese tiempo viciado, armado de relojes y calendarios. Me repito como el día que se repite. Mi ciclo, mi luna, yo, tu y yo. Todos, todo.

Por Juana Osorio



Jorge Riechmann. Tiempo para la vida. Asociación Lengua Franca.
*Joseba Sarrionandia, No soy de aquí. Hiru. Fuenterrabía . Importa subrayar que: El tiempo tiene miles de rasgos, y no se mide exactamente, sino a través de múltiples mutaciones naturales, sociales y personales. p, 140.